La provincia de Chefchaouen dispone de riquezas estéticas considerables. La artesanía representa una de las actividades económicas principales y sus diferentes variantes se diversifican según su utilidad social: los tejidos, la alfarería, la carpintería, la herrería y la forja, la marroquinería, que constituyen un auténtico patrimonio cultural y artístico, con un valor y originalidad, preservado y transmitido de generación en generación.
En la capital, los talleres de artesanía están situados principalmente en la antigua medina de la ciudad y sobre todo en los barrios con nombre de oficios como: Elkharrazin (zapateros), Essebbanin (lavaderos), Elmdaqqa, y otros. En el medio rural se encuentra, sobre todo, artesanía en forma de talleres en las casas de los propios artesanos; cosa que permite responder a determinadas necesidades de los vecinos, y los mercados semanales (Souk) que se convierten en auténticas exposiciones.
Por otra parte, la provincia dispone de importantes materias primas que son explotadas por los artesanos, sobre todo para el trabajo de la madera, la tapicería, la cerámica, el cuero, el corcho.
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