Las altas montañas del Rif son un excelente escenario para practicar senderismo, trekking, ascensiones para todos los niveles y públicos; tomando como punto de salida las casas rurales repartidas por la zona rural y que son el punto de partida de varios circuitos y senderos señalizados. Estos circuitos y senderos permiten observar la arquitectura tradicional, los espectaculares paisajes, y conocer los encantos de la vida rural.

El Parque Nacional de Talassemtane y el Parque Natural de Bouhachem ocupan una extensión forestal de 170.000 ha., lo que supone el 42% de la superficie forestal total de la región. Permiten observar las grandes extensiones de bosques de cedros y abetos poblados por monas de Berbería (macacos), existe una especie poco común, el Abies marrocanna, una variante de las especies hispánicas Abies pinsapo, que son un vestigio de eras antiguas más frías; también podemos observar pinos, alcornoques y olivos silvestres. En el Parque Natural de Bouhachem se encuentra el único abetal de Marruecos. El paisaje es verde y frondoso, donde es habitual la nieve entre los meses de noviembre a marzo.

La costa mediterránea virgen, con 160 Km., se extiende desde Oued Lao, con su extensa playa de arena y las montañas que la rodean, hasta El Jebha puerto pesquero tradicional pasando por Targha un pequeño pueblo, con una fortaleza medieval, y una gran historia de piratería. La costa dibuja un escarpado que forma varias bahías muy bellas que invitan al viajero a hacer una parada y tomar un chapuzón.